ANTES DEL SÍ QUIERO… CONTRATA UN WP BUENO.

UN POQUITO DE HISTORIA

El servicio de Wedding Planner (lo que nosotros abreviamos en WP) nació en Estados Unidos, en el último tercio del siglo XX. Resultaba fácil identificar una nueva necesidad en las novias, como consecuencia de la falta de tiempo que tenían a la hora de organizar su boda, a medida que se iban incorporando al mercado laboral. 

Posteriormente, este servicio se fue profesionalizando y esto hizo que fuera también utilizado por aquellas parejas que simplemente querían estar seguras de lo que contrataban y tener una garantía de éxito el día de la boda.

Todo esto se adoptó también en Latinoamérica y se extendió de tal manera que es casi impensable celebrar una boda sin contratar estos servicios.

En Europa, este servicio ha tardado más en llegar y en implantarse. Reino Unido fue uno de los pioneros y es donde hoy en día se puede encontrar más empresas dedicadas a este servicio.

A España, la figura del WP llegó en el año 2000. No obstante, a día de hoy, no es un oficio muy demandado, de hecho sólo el 16% de las bodas cuentan con este servicio. Los motivos pueden ser variados. Por desconocimiento, por creer que se trata de un servicio al alcance sólo de las parejas con mayores recursos económicos y/o porque se identifica al WP como alguien fácilmente sustituible y que encarecerá todo el proceso.

Como su nombre anglosajón indica, un Wedding planner es aquel profesional que se especializa en organizar, diseñar, planificar, coordinar y supervisar todos los aspectos y detalles relacionados con una boda, basándose en los gustos y preferencias de la pareja. Conoce muy bien el mercado en el que opera y sabe utilizar los mejores medios y dirigirse a los profesionales más adecuados, siempre en beneficio de los novios, para conseguir la boda que estos desean.

Así, vemos que el WP se acerca más a la idea de un asesor, que de un tradicional Organizador de Eventos. Se convierte en la persona de confianza de la pareja durante la preparación y celebración de su boda. ¿Realmente no te interesa tener ese tipo de ayuda en tu gran día?